domingo, 28 de agosto de 2011

Fin de curso

Al finalizar el curso, los alumnos iban tocando a mi puerta y me entregaban regalitos: llaveros alusivos, tacitas de café, etc.. Ya me habían hecho un regalo grupal: una caja con diferentes perfumes. Todo eso me emocionó mucho.
Les dejé el trabajo final para realizar y transcurrido el tiempo, fueron llegando y completándose de a poco, en parte por las dificultades de conectividad que tienen para enviarlos.
Los corregí y me llevé la sorpresa de comprobar que su preparación en cuanto a sus estudios y ocupaciones, que ya había podido percibir en nuestras clases presenciales, se hacía evidente en muchos de los trabajos realizados. Fue así que todos aprobaron y más de un tercio del curso obtuvo una nota con concepto Excelente.
Como reflexión final diría esto: "Un curso que cumplió plenamente su objetivo, resolviendo con buena formación previa, compromiso y solidaridad la escasez de recursos tecnológicos. Además de las clases, compartimos comidas, sobremesas y sesiones de cine. Una experiencia que pone, una vez más, al factor humano como esencia de todo resultado académico perdurable".