martes, 19 de febrero de 2013

Un saludo de mis alumnos en Cuba, un año después

Este es un saludo de mis alumnos de la Diplomatura en Nuevas Tecnologías y Comunicación Social, un año después de nuestro trabajo conjunto. Me conmueve ver que lo compartido les ha sido de utilidad y el afecto que transmiten, que por otra parte es mutuo.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Curso de comunicadores sociales. 3er. Encuentro.

Durante el pasado mes de setiembre viajé a Cuba a dictar una materia, Nuevas Tecnologías de la Comunicación, dentro del marco de la Diplomatura en Comunicación Social, organizado por el Consejo Pontificio de las Comunicaciones Sociales, con sede en el Vaticano, dirigida por el Arzobispo Claudio María Celli y la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba.

La fuente de la elección como profesora para este curso fue el hecho de pertenecer al claustro docente de la Pontificia Universidad Católica Argentina de Buenos Aires y a la propuesta de programa académico por mí realizada en su oportunidad para dictar la materia, que fue aprobada entre varias presentadas.

El curso estaba integrado por 32 alumnos, que residen en todas las provincias de Cuba. Casi todos profesionales: informáticos, licenciados en economía e ingenieros, pero también graduados en filología, patrimonio y bienes culturales y psicología, entre otros. Y algunos estudiantes avanzados de comunicación periodística, medicina, etc. Simultáneamente se dictaba otra materia, Teoría y Técnica de la Imagen y el Sonido, a cargo del Prof. José Antonio Soto, de la Universidad Católica de Chile.
En esta oportunidad viajó su coordinador, Padre Ariel Beramendi y el Pbro. Andrés Torres, rector del ITEPAL, institución que acreditará los estudios realizados en este curso.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Mi viaje a Cuba

Forma, espacio y luz. Escultura. Rita Longa. Entrada principal del museo.
Estas son fotos de mi viaje a Cuba. No las específicas del curso, que publicaré en otras entradas, sino las que representan mi sobrevuelo por un país que no conocía y que me resultó único por gente, su historia, su cultura y por mi experiencia de enseñar en él.
Tuve un fin de semana libre que aproveché para visitar Varadero y sus hermosas playas. Varadero no parece Cuba, ni siquiera sé si es Cuba. Muchísimos hoteles "all - inclusive", en los cuales la gente come y toma todo lo que desea. Sobre todo toma todo lo que desea.
Los hoteles allí no difieren de otros del Caribe.

La Habana sí es impresionante, por los contrastes pre URSS y post URSS. Lo mismo pasa con los autos. Los autos rusos parecen trozos de hierro ahuecados, pero con ruedas. Cero diseño, pero eternos.
La Habana Vieja es aún más impactante. Los edificios podrían catalogarse en AEL o DEL: antes de Eusebio Leal o Después de Eusebio Leal.
¿Quién es Eusebio Leal?
Un historiador, en sus principios autodidacta, que se ha hecho cargo de la restauración de La Habana Vieja.
La Habana tiene muchos museos y casas-museo.
Se nota una importante energía cultural circulando en la ciudad.
Como estuve trabajando solo visité dos: el Museo de la Revolución, para conocer más sobre este proceso tan importante en la historia cubana y el Museo Nacional de Bellas Artes, tan bien descripto y documentado por la revista cubana "La Jiribilla".

También hay fotos de la iglesia de los jesuitas y la bella Casa Sacerdotal "Juan María Vianney", donde estuve viviendo y enseñando, en el barrio de "El Vedado", del Hotel Habana Libre, que gentilmente me cedió sus instalaciones de comunicación para que las utilizara para dictar mi curso y algunos lugarcitos muy agradables, donde en el poco tiempo libre que tuve pude pasar algunos gratos momentos.






viernes, 30 de septiembre de 2011

Y ahora, los alumnos...

Preparé el material en forma multimedial e interactiva para el curso, partiendo de la base de conocer la dificultad de acceso a Internet en Cuba. Contaba con un auditorio en la Casa Sacerdotal que tenía proyector de pantalla y un buen equipo de amplificación de sonido.
Todos allí estuvimos cómodos, con aire acondicionado, en un ambiente grato que hizo muy llevadera la tarea, de por sí intensiva, dados los pocos días en los cuales se concentró toda la actividad.
Sabía de antemano que no contaba con un laboratorio de computadoras, por eso pedí con antelación que los alumnos trajeran las notebooks que les fuera posible conseguir. Y así fue. Teníamos 11 equipos para más de 30 alumnos, lo cual hizo un promedio de tres alumnos por equipo. Para un tipo de trabajo a veces creativo, otras analítico y reflexivo, era una organización que posibilitaba la tarea. Tuvimos clases expositivas y otras prácticas. Cuando necesitaba acceder a Internet, iba al Hotel Habana Libre y navegaba en la Web. Llevaba mi disco rígido externo y grababa la información necesaria para complementar algún tema o responder a alguna solicitud emergente en la dinámica del curso mismo.
Compartimos almuerzos, refrigerios y cenas. También la sobremesa por la noche y largas charlas sobre temas profesionales y de la vida en la galería de la Casa Sacerdotal, sentados en unas bellas hamacas antiguas, que están fotografiadas en este blog.

También vimos películas que yo había llevado, como "Comprar, tirar, comprar" sobre la obsolescencia programada de los objetos en la Sociedad de Consumo. O la entrevista al sociólogo polaco Zygmunt Bauman, realizada por la televisión holandesa en su casa de Leeds, en el Reino Unido titulada "La crítica como llamado al cambio". Bauman es autor de obras como "La modernidad líquida", " El amor líquido", entre otras muchas y muy interesantes todas ellas.
Laura María, coordinadora del curso en Cuba, aportó un film cubano muy bello: Habana Station, que disfrutamos en compañía una noche, entre todos.


domingo, 28 de agosto de 2011

Fin de curso

Al finalizar el curso, los alumnos iban tocando a mi puerta y me entregaban regalitos: llaveros alusivos, tacitas de café, etc.. Ya me habían hecho un regalo grupal: una caja con diferentes perfumes. Todo eso me emocionó mucho.
Les dejé el trabajo final para realizar y transcurrido el tiempo, fueron llegando y completándose de a poco, en parte por las dificultades de conectividad que tienen para enviarlos.
Los corregí y me llevé la sorpresa de comprobar que su preparación en cuanto a sus estudios y ocupaciones, que ya había podido percibir en nuestras clases presenciales, se hacía evidente en muchos de los trabajos realizados. Fue así que todos aprobaron y más de un tercio del curso obtuvo una nota con concepto Excelente.
Como reflexión final diría esto: "Un curso que cumplió plenamente su objetivo, resolviendo con buena formación previa, compromiso y solidaridad la escasez de recursos tecnológicos. Además de las clases, compartimos comidas, sobremesas y sesiones de cine. Una experiencia que pone, una vez más, al factor humano como esencia de todo resultado académico perdurable".